Fate
Hoy desperté atravesada y cuando abrí los ojos todo salió al revés. A veces me pasa, duermo con dolor de cabeza y hasta sueño que tomo anacines.
Estoy equivocada, yo debí dejar pasar esta vida. No porque no me guste, ni porque lo pase realmente mal, sólo tengo la certeza de que no me corresponde, no calzo, no me adapto. Me costó nacer, no era mi tiempo, lo mío es pura ciencia y ventiladores y reanimadores de bebés morados. De otra forma, no existiría. Y es una pena, todo por un capricho humano, una suerte de negligencia, un error involuntario. La salvación es una condena. Yo tengo la idea de que todos los que nacimos obligados la pasamos mal, no hay en el mundo un lugar reservado para nosotros, somos eternos jugadores en la banca, suplentes, extras en la película.
Yo debí esperar.
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